Desde bien niño, Ricardo Ten (Valencia, 1975) ha tenido al deporte como compañero. A los 8 años su vida dio un giro inesperado al sufrir un accidente eléctrico que le produjo la pérdida de los miembros superiores y una pierna.
Un momento crucial en la vida de Ricardo en el que comenzó a tallar el carácter proactivo y entusiasta que hoy trasmite a todos cuantos asisten a sus conferencias. Asegura que pronto advirtió que podría conseguir cualquier cosa que se le pusiera delante y aprendió “a afrontar los retos de una manera positiva".
Ricardo ha practicado cuantos deportes le han tentado, desde mountain-bike al tenis de mesa, pasando por el baloncesto, el fútbol o el esquí, aunque fue a los 17 años cuando la natación centró su interés, deporte en el que acabó brillando, y mucho, en el mundo de la alta competición.
Los campeonatos de Europa en Francia 1995 fueron el punto de inicio de una carrera fulgurante. Sus cuatro participaciones en los JJ.PP. son lo que más destaca en su palmarés, Atlanta 1996, Sídney 2000, Beijing 2008 y Londres 2012, consiguiendo medallas en todos ellos. En un breve resumen de sus éxitos podríamos decir que ha sido 12 veces campeón de Europa, 7 veces campeón del Mundo y 3 veces campeón Paralímpico, aparte de haber batido el record del mundo en varias ocasiones en su prueba predilecta los 100 m. braza.
Vecino de la población valenciana de Tavernes Blanques, casado y con dos hijos, su trayectoria vital cuajada de éxitos deportivos es fruto de su tenacidad y de un estimulante ímpetu de superación “para ser sencillamente uno más”. Y ese es el ejemplo a emular implícito en su actitud, porque intentando “ser uno más” ha logrado llegar más lejos y ser un número uno.
Ricardo posee don natural para comunicar. Sabe transmitir los valores del esfuerzo, el sacrificio, la superación, la humildad que le ha aportado el deporte. En el colegio aprendió a escribir con la boca, a tomar apuntes como los demás, a valerse por sí mismo y ser autónomo. Una voluntad inefable que está empeñado en inculcar a los jóvenes con y sin discapacidad en sus charlas y conferencias de motivación y sensibilización que imparte en colegios, centros, empresas y sociedades deportivas. Mensajes inclusivos y sin paternalismo sobre las capacidades de las personas con discapacidad, que la sociedad debe incorporar para aprovechar un filón de talento y de entusiasmo.
Y aún tiene tiempo para preparar a fondo los Juegos de Rio en 2016. Es irrefrenable.